La respuesta es simple: ¡¡por prevención!!
En odontología hay una gran variedad de patologías que, de no tratarse a tiempo, pueden derivar en otras mucho más graves y complejas de tratar. A continuación, te explicamos una de las relaciones causales más comunes en odontología y cómo evitar posibles complicaciones:
CARIES <-> ENDODONCIA
Una caries es la destrucción de los tejidos duros del diente. Éstas se desarrollan debajo de la superficie del diente, dónde al principio no podemos verlas. Cuando ingerimos alimentos que contienen carbohidratos (azúcares y almidones, por ejemplo), las bacterias que forman la placa que hay depositada en la superficie del diente los consumen y producen unos ácidos que destruyen el diente. Debido a estos ácidos, el esmalte dental comienza a desmineralizarse con el tiempo y así se forma una caries.
La presencia o no de caries está muy influenciada por el estilo de vida, es decir, influye lo que comemos, la forma en la que nos cuidamos los dientes (hábitos de higiene), le presencia de flúor y el dentífrico que usamos. Además, la herencia también juega un papel importante en la susceptibilidad de los dientes a la caries. Tanto niños como adultos corren el riesgo de padecerlas.
Los adultos corren especial riesgo si sufren sequedad bucal (xerostomía). Un trastorno provocado por la falta de saliva que es el agente protector fundamental contra las caries. Algunas enfermedades, medicamentos y tratamientos de quimio o radioterapia pueden provocar xerostomía.
Distinguimos tres tipos de caries:
- De corona: las más comunes. Generalmente se desarrollan sobre la superficie de masticación de los dientes.
- Radicular: en los casos en los que las encías se retraen, quedan expuestas partes de la raíz del diente. Como las raíces no están cubiertas por esmalte, estas zonas expuestas pueden afectarse fácilmente y aparecen las caries radiculares que son difíciles de tratar.
- Caries recurrentes: en aquellos pacientes con tendencia a acumular placa y que no consiguen una buena higiene, se pueden formar nuevas caries alrededor de los empastes y coronas ya existentes.
¿Cómo sé si tengo una caries?
Únicamente el dentista, a través de una serie de pruebas, puede determinar con seguridad si tienes una caries.
Generalmente la lesión de caries se corresponde con una cavitación de color “negro” que se desarrolla en la superficie de masticación de los dientes, entre los dientes o cerca de la encía. No obstante, no siempre una tinción en la superficie del diente implica una caries. Asimismo, cuando la caries está en un estadio incipiente se presenta como una pequeña mancha blanca. Cada una de estas situaciones implica un enfoque terapéutico diferente.
¿Cómo puedo ayudar a prevenir las caries?
- Cepíllate los dientes un mínimo de dos veces al día y utiliza hilo dental diariamente para eliminar la placa depositada entre los dientes y debajo de la encía.
- Acude a revisiones periódicas con tu dentista. La prevención ayuda a evitar que ocurran problemas y que los problemas menores se conviertan en mayores.
- Lleva una dieta equilibrada y procura minimizar la ingesta de azúcares. Cuando ingieras estos alimentos, intenta hacerlo junto a una comida y no entre comidas para minimizar así la cantidad de veces que expones los dientes al ácido que producen las bacterias.
- Utiliza pastas de dientes o colutorios que contengan flúor: por un lado acelera la re-mineralización, y por otro inhibe el proceso de desmineralización ya que confiere una mayor resistencia a los dientes frente a los mecanismos de las caries.
¿Si tengo una caries, cuánto tiempo puedo esperar para ir al dentista?
La realización de un empaste no se considera un tratamiento de urgencia siempre y cuando no haya dolor.
No obstante, ante la sospecha de una posible caries es importante que acudas lo más pronto posible a tu dentista ya que ésta avanza progresivamente y, cuanto menor sea el tamaño de la cavidad, mejor pronóstico. La obturación es un procedimiento mucho más sencillo que la endodoncia.
¿Qué pasa si no me trato correctamente la caries?
Si no se trata, la caries avanza profunda y progresivamente por los tejidos del diente hasta llegar a la pulpa (tejido blando que contiene los nervios y vasos sanguíneos). Llegada esta situación, la opción terapéutica elegida será la endodoncia o tratamiento de conductos, conocido comúnmente como “matar el nervio”. Aquí tienes más información para saber en qué consiste la endodoncia.
¡Ya sabes, la prevención es fundamental en la odontología!
